La historia de esta estructura comenzó en 1851 cuando, por iniciativa de José de Salamanca y Mayol, se publicó el manifiesto oficial de la necesidad de un puente nuevo en este emplazamiento. En origen no era un puente urbano, pues se emplazaba a más de 800 m de las puertas de la ciudad, si no una conexión que «enlazará ventajosamente las nuevas carreteras de Zamora y de Calatayud» (las actuales A-62 y N-122 respectivamente), por lo que su proyecto y ejecución estuvieron impulsadas por Fomento y por la reina Isabel II
Comenzó a construirse en el emplazamiento un puente colgante, que dejó también su nombre a la estructura posterior, en octubre de 1852 a partir de un proyecto del ingeniero de caminos Andrés Mendizábal Urdangarín. Sin embargo, en 1854, cuando sólo se habían ejecutado los estribos, alcanzando éstos una altura de 19 m sobre el fondo del cauce, las obras se paralizaron. el Gobierno rescindió el contrato de obras aduciendo dificultades técnicas y económicas.
El puente que finalmente se construyó y persiste en la actualidad fue proyectado por Lucio del Valle en 1864; siendo el primer puente de tipo bowstring construido en España, y un puente notable como ejemplo temprano de las posibilidades y el manejo del hierro como nuevo material en la construcción, ya que en su temprana fecha este uso no era común.
Se trata de una estructura de hierro forjado roblonado en caliente, a excepción de los pedestales de entrada que son de hierro fundido. Consta de dos grandes cerchas de celosía metálica con forma de segmento circular, forma que responde al momento flector que debe soportar la estructura, el mayor en el centro y en los extremos casi nulo. El cordón superior (curvo) y el inferior (recto) constan de ala y alma «en T», y ambos se unen sobre los estribos mediante planchas de palastro roblonadas. El alzado de cada cercha incluye un cordón curvo intermedio y se completa con una triangulación de las almas de gran pureza geométrica.
Sobre el cordón inferior de esas vigas se apoyan una serie de viguetas transversales, colocadas de metro en metro, que sostienen el tablero; y sobre el cordón superior un ligero arriostramiento transversal. El piso original era de madera y las barandillas de fundición. La estructura tiene una longitud total de 75,00 m, y su único vano salva una luz de 67,70 m, con un ancho de tablero de 7,00 m.
Fue fabricado en 1864 en los talleres de John Henderson Porter en Birmingham (Gran Bretaña), trasladado y montado en su emplazamiento bajo la supervisión de los ingenieros españoles Carlos Campuzano y Antonio Borregón. Para el montaje fue necesaria la construcción de un puente provisional de madera de cuatro vanos, apoyado en los estribos y en otros tres apoyos intermedios. El ajuste y roblonado del puente comenzó por el lado de la margen derecha (Huerta del Rey), y se llevó a cabo en siete meses.
Aunque sus partes fundamentales (estribos y arcos) se encuentran en su estado original, pronto debieron comenzar las obras de conservación y adaptación de esta estructura, en particular de su tablero: en 1889 se llevó a cabo un refuerzo de las vigas que lo soportan, y en 1916 se reformó la calzada, obras con las que el ligero piso de madera original fue sustituido por un firme convencional. En 1995 la Junta de Castilla y León abordó una restauración completa de la estructura, con sustitución del piso del tablero con un trámex metálico para recuperar su ligereza original y tratamiento anticorrosión de la totalidad de las partes metálicas. El 24 de enero de 1996 se abrió de nuevo al tráfico tras nueve meses de obras. La última intervención sobre este puente se produjo en 2009, cuando el Ayuntamiento de Valladolid lo repintó en color negro (su color anterior era un marrón muy oscuro) con fondos procedentes del Plan E.
preciosas fotos luis el texto un poco largo pero de facil lectura esta bien asi no lo cambies
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